Grysne está dando mucho que hablar en el panorama musical. Su primer álbum, "Las ginoides de la estación de paso", es toda una declaración de intenciones. Y es que Grysne estrena nada menos que todo un nuevo estilo musical, que se podría situar entre el techno-industrial y la música robótica.
Lo particular de Grysne es que su música no es convencional, ni tampoco sus voces. Mientras que en una canción tradicional las voces acompañan a la música, en Grysne la música es la misma voz sintetizada. Así, es la propia música quien entona la canción, dando como resultado una composición verdaderamente curiosa, como la voz sintetizada de un robot (o de varios).
La música, por tanto, se integracon las letras formando un sonido único e inseparable.
El trabajo de Grysne (aunque el nombre completo sería "Grysne y el coro de robots de la chatarrería", que anticipa claramente lo que nos vamos a encontrar en los cortes musicales) es espectacular, sus canciones en este disco son prodigiosas, con temas como "Creció de alquiler", "En el piso elevado" o "Chica de la calle" (una de mis preferidas). El propio Grysne explica que este álbum está centrado en la marginalidad, en historias duras de los barrios marginales, y también del mundo de la prostitución pero desde una óptica del amor y, por supuesto, del respeto y la comprensión. Pero también incluye auténticas canciones-protesta y rebeldes, como "El rock auténtico".
Pero Grysne no es alguien nuevo en la escena musical, lleva más de veinte años dedicado al mundo de la música en diferentes formaciones, aunque últimamente sus trabajos se han centrado casi exclusivamente como letrista, y se nota en unas letras excepcionales, con mucha rítmica y muy bien trabajadas.
La verdad es que escuchar este tipo de canciones con un estilo tan particular es un fuerte impacto al principio, porque no se suele estar acostumbrado (ni nuestros oídos lo están) pero una vez conseguimos adentrarnos en esa atmósfera tan futurista y robótica de coros de androides nos envuelve una sensación muy agradable que inspira un mundo tecnificado, con muchos problemas, ciertamente, pero también con una buena dosis de sentimentalismo. Grysne confesaba sentirse muy a gusto en este tipo de música, libre de las ataduras de las grandes discográficas y de sus exigencias, y donde él puede hacer fluir sin limitaciones toda su inspiración y sus gustos. Sin duda estamos hablando del surgimiento de todo un estilo musical, que puede gustar o no, pero de una calidad y una pasión puesta en él fuera de toda duda.
Más información: Blog oficial de Grysne.
| Redacción: Los inconseguibles del rock